Gambones al ajillo con arroz blanco

Me encantan los gambones. Están muy bien de precio y se encuentran fácilmente congelados, además tienen mucho sabor. No dejéis de comprarlos para los platos que ya os iré diciendo. Hoy, tan simples como al ajillo con arroz blanco, una de vuestras comidas preferidas.
Así aprovecho y os enseño a hacer el arroz que os sacará de muchos momentos de hambre y nevera vacía.
Besos, mamá

GAMBONES A LA PLANCHA CON ARROZ BLANCO

INGREDIENTES:

-  6 gambones por persona.
- 5 ó 6 dientes de ajo
- 2 guindillas pequeñas
- Aceite de oliva virgen extra

Para el arroz:

- 100 gr de arroz por persona. Hoy 300 gr
- 4 dientes de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Agua
- Zumo de 1/2 limón

El tipo de arroz depende de vuestro gusto. Para este plato yo unas veces utilizo arroz largo y otras arroz redondo. El bomba lo reservo para arroces más cocinados,el basmati para acompañamiento de algunos platos y ensaladas, y el arroz vaporizado nunca lo uso.



 Haced primero el arroz blanco.

                                                                        Tenéis que coger una cacerola bastante plana o     una sartén con tapadera.
Verted un chorreón de aceite de oliva virgen extra y dorad ahí los ajos picados.
Cuando estén dorados añadid el arroz y dadle unas vueltas para rehogarlo.

Luego el agua. La cantidad es el doble del volumen del arroz menos un poquito. Es decir, si utilizáis un vaso para medir el arroz y utilizáis 3 vasos, de agua tendréis que poner 3+2,5= 5,5 vasos de agua.
Ahora la sal. La cantidad depende del arroz que vayáis a hacer pero para 300 gr se necesita una cucharadita de sal.
Y el zumo de 1/2 limón.

Poned el fuego fuerte hasta que empiece a hervir, luego bajadlo al mínimo y tapad  la olla. Dejadlo así 15 minutos. Cuando pase el tiempo apagad el fuego y destapad la olla. Cubrid con un trapo o con papel de cocina y dejad reposar unos minutos.




                                                                                                                                                              Ahora los gambones.

Si son congelados los tenéis que haber descongelado durante una o dos horas.
Peladlos. En este caso las cabezas no nos sirven para la receta, y tampoco se pueden volver a congelar, así que yo las cuezo con un vaso de agua y cuelo el líquido que resulta. Esto sí lo congelo para otra receta, aunque hay que utilizarlo en pocos días.


Llenad la base de la sartén que vayáis a utilizar de aceite de oliva virgen extra. Poned bastante aceite, no os dé miedo, esa será la salsa que tendréis luego.
Cortad los ajos a láminas y doradlos con las guindillas en el aceite cuidando que no se quemen, sólo tienen que tener un buen color dorado.


Cuando estén los ajos añadid los gambones y dejadlos que se hagan un minuto por cada lado, no más.
Servidlos con el arroz y la salsa por encima.