Ajo blanco extremeño

Comienza la aventura. 
No pretendo sorprender, menos mal, si ese fuera mi objetivo lo tendría muy difícil con tan buena cocina como se ve por estos mundos. Sólo espero que mis hijos coman decentemente estén donde estén y no vuelvan a casa con muchas historias que contar y diez kilos menos sobre sus espaldas. Consecuencia inevitable de una dieta rigurosa de spaghetti con tomate y mucho andar.
Enseñarlos a cocinar no es fácil, hay falta de tiempo y abundancia de aficiones. Así las cosas ¿qué mejor modo de llegar a ellos que por la pantalla del ordenador? 
El nombre del blog es "Moja pan en la salsa". Homenaje a las madres pesadas, a las gallinas cluecas como la que esto escribe. Cita textual, sacada de las recomendaciones sin fin de una de esas madres, agarrada al asidero de la puerta del tren correo que arrancaba a su hijo de su ala protectora para llevarlo a la Universidad. Abrígate hijito, llámame, come bien, ten cuidado con las malas compañías,... y ¡MOJA PAN EN LA SALSA!












Hijos míos, una sopa fresquita para el verano. Acordaos de enfriarlo bien y disfrutadlo.
Besos, mamá.

 AJO BLANCO EXTREMEÑO   



INGREDIENTES:

- 1 diente de ajo al que se quita el brote interior
- Un puñado de almendras peladas y crudas. Unas 25 almendras.
- 150 gramos de miga de pan. 
- 2 huevos y aceite para freírlos. 
- 200 ml de aceite de oliva no muy fuerte. De  0,4º es el que yo utilizo
- 15 hojas de hierbabuena
- 1 cucharada de vinagre de Jerez
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 litro y 1/2 de agua fría
- Melón, uvas, pasas, piñones, taquitos de jamón...

Primero tenéis que freír los dos huevos en bastante aceite. 
Ponedlos en el vaso de la batidora y añadid: el ajo, las almendras, la miga de pan mojada en agua, las hojas de hierbabuena, el vinagre y la sal, y medio vaso de agua. 
Batid bien e id añadiendo el aceite en un hilo hasta tener una crema suave. Luego el agua fría. Dependiendo de lo espeso que os guste le ponéis más o menos agua, pero tened en cuenta que no es una crema densa sino más bien ligera. El vinagre y la sal lo retocáis a vuestro gusto pero cuidado, no os paséis.
Servidlo con tropezones de lo que más os guste. Le van muy bien los piñones, el jamón, las uvas pasas o frescas, el melón, y un chorrito de aceite virgen extra.